Alberto Manrique de Lara: Esperaré para verte en la otra vida

Tal día como hoy, 28 de marzo de 2018, te fuiste de esta vida.

Para mí fue un golpe muy duro que desgarro mi corazón. Nunca pensé que llegaría a vivir ese momento; por entonces lo veía todo color de rosa y me negaba a aceptar ese final que inexorablemente nos llega a todos.

Pensaba, ingenuamente, que estaríamos juntos hasta el final de nuestras vidas y que juntos nos marcharíamos; pero cuán distinta fue la realidad. Hace ahora seis años que nos dejaste y siempre revivo ese triste momento con la misma amargura, como si no hubiera pasado el tiempo.

Cuando te conocí recuerdo que te ilusionaba pintar, leer, escribir versos y tocar el piano. Aún puedo escuchar vagamente en mi mente aquellas melodías de Chopin, Schumann, Beethoven o Debussy, que tan bien interpretabas para mí; me inspirabas y me enriquecías, y aún sigues haciéndolo.

Admiraba tu inteligencia y tu gran cultura, pero sobre todo admiraba tu gran sencillez. Echo de menos tantas cosas de ti que recordarlas muchas veces colman mi día a día. Añoro tu forma de amar, tus bromas, tu sentido del humor un tanto sarcástico y la facilidad que tenías para convertir mis días tristes en días felices.

«Alberto, no solo fuiste un gran esposo y amigo, compañero y gran padre, también fuiste un gran artista, y sé que algún día veremos juntos como se reconoce tu labor».

Te quiero y echo de menos.

Esperaré para verte en la otra vida.